El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo, debido a que nuestro organismo está formado de muchos tipos de células. Normalmente, las células crecen y se dividen para producir nuevas que son indispensables para mantenernos sanos.
Algunas veces este proceso se descontrola: nuevas células se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita y otras viejas no mueren cuando deberían hacerlo, formando una masa de tejido llamado tumor.
Varios tipos de cáncer pueden prevenirse. Otros pueden detectarse tempranamente lo que favorece las posibilidades de curación. Ante un diagnóstico de cáncer, siempre hay algo por hacer.
El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes a nivel mundial. Es causado principalmente por el consumo de tabaco. Afecta sobre todo a personas de 60 a 65 años.
Los tumores pueden ser benignos o malignos. Los benignos no son cancerosos ya que las células de este tipo de tumores no se diseminan a otras partes del cuerpo, generalmente se pueden extirpar y en la mayoría de los casos no reaparecen.
Los tumores malignos son cancerosos, dado que sus células tienen anomalías, se dividen sin control, pueden invadir y destruir el tejido a su alrededor, entrar al torrente sanguíneo o al sistema linfático y diseminarse a otros órganos.
Los síntomas más frecuentes son dificultad respiratoria, tos (incluyendo expectoración sanguinolenta), pérdida de peso, dolor torácico, ronquera o hinchazón en el cuello y la cara.
Factores de riesgo
Humo de tabaco:
Es la principal causa de la mayoría de los casos de CP. Las sustancias nocivas del humo tabáquico lesionan las células del pulmón. La exposición al humo del tabaco en el ambiente puede causar cáncer de pulmón también en personas que no fuman (fumadores pasivos).
Exposición a sustancias nocivas:
las personas que trabajan en la industria de la construcción, química y minera pueden estar expuestas a gases radioactivos y sustancias que aumentan el riesgo de padecer CP. Este riesgo es aún mayor en quienes fuman.
Evitar el tabaco y mantener los ambientes libres de humo es la principal medida de prevención de este tipo de cáncer y de otros.
Contaminación del aire:
este factor puede aumentar levemente el riesgo de cáncer de pulmón. El riesgo por contaminación del aire es mayor para los fumadores.
Antecedentes familiares:
las personas con padre, madre, hermano o hermana que padecieron CP pueden tener un leve aumento en el riesgo, aunque no fumen.
Antecedentes personales:
quienes han tenido cáncer de pulmón tienen mayor riesgo de padecer un segundo tumor de pulmón.
Edad mayor de 65 años:
el cáncer de pulmón se diagnostica frecuentemente en personas mayores de esta edad.
Diagnóstico temprano
El diagnóstico temprano contribuye al éxito del tratamiento. En estadios tempranos, este tipo de cáncer puede ser tratado quirúrgicamente con éxito de curación en el 20% de los casos aproximadament
En la mayoría de las personas el diagnóstico se plantea ante datos clínicos y cuando en un estudio radiológico se detecta alguna anormalidad pulmonar.